Manuel Crespo Reyes

1921- 2003

Manuel Crespo nace en Mairena del Alcor el día 9 de Enero de 1921 y desde muy niño cultiva una afición desmedida al flamenco, alentado por su entorno en el que destacan Manuel Coquilla (suegro) y el hermano de este Agustín, pertenecientes ambos a la generación anterior de cantaores maireneros clásicos; como lo fueron Romero, Trigueros, Anzucar, Los Monte y otros muchos de los que aprendería Manuel Crespo.

Recibe influencias de fuera de Mairena, de El Gloria, Vallejo, Manuel Torre, Pastora y Tomás a través de grabaciones, sin dejar de lado de Antonio Mairena del que sería su principal seguidor en su pueblo.

Un hecho relevante en su biografía cantaora, es el de la creación en el año 1967 de una Escuela de Enseñanza en Flamenco.

Bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Mairena del Alcor, abre sus puertas a los jóvenes aprendices locales del cante, de la que Manuel Crespo es el profesor elegido para enseñar a los alumnos inscritos.

En ocasiones contaba con la ayuda en algunas ocasiones de Curro Mairena y de un gran socio y guitarrista Francisco Javier Sicardo.

De entre los alumnos de esa interesante escuela aparecen Calixto Sánchez, Fernando Mairena, José Tirado, Juanmi de Trozo, Juan Jiménez Domínguez, Charri; Sobresale el primero de ellos, Calixto, que alcanzaría con el tiempo las mayores cotas en el panorama flamenco nacional e internacional.

Actualmente podríamos afirmar que esta Escuela de Enseñanza de Flamenco, tuvo un gran éxito.

Como resultado nos lleva hasta estos días, ya que de ella emergieron una gran cantidad de cantaores portadores de la escuela del “mairenismo”.

Se integra, Manuel, desde el comienzo en aquel magnánimo Álbum de Aficionados de los años 70, que sería el germen de la que unos años más tarde sería la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena, erigiéndose en la cabeza visible del grupo, por su edad y conocimientos.

Manuel es por ello socio fundador de la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena.

Colaboró en el Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz, así como en cuantos libros y artículos de flamenco le pedían.

Ya en su juventud Manuel Crespo sentía gran atracción por el Cante por Saetas; que podía vivir en primera persona al pertenecer a la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y nuestra señora de la Soledad de Mairena del Alcor.

Esta cofradía de Mairena del Alcor, le cautiva por la vinculación de dicha Hermandad al cante por Saetas; las llamadas hoy Saetas viejas de Mairena, que no son otras que las primitivas Saetas de Pasión.  

Manuel Crespo se adentra con pasión en el cante por Saetas, igualmente va perfeccionando y puliendo hasta que tomó la decisión de cantarlas en público.

Ocurrió en la localidad de El Viso del Alcor en el año 1938; Manuel canta su primera saeta en la puerta del “Bar España” situado en la calle Real a la cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Fue todo un éxito.

Manuel Crespo creo su propio estilo de saetas, basándose en cantaores como el “Niño de Gloria”, “Manuel Torre”, “Antonio Mairena” y la gran base de cantaores maireneros.

Este estilo de saetas es conocida como la Saeta por Seguiriya de Manuel Crespo.

En la hermandad de la Soledad, hay uno de esos tesoros ancestrales como son las Saetas del Sermón del Descendimiento; las cuales las cantaba Manuel recogiendo el testigo de grandes cantaores y hermanos aficionados que las cantaban,  

Su casa se convirtió con el tiempo en un centro de peregrinación de aficionados al cante de Andalucía y más allá.

Acudían a Manuel para consultarle, como si un oráculo flamenco se tratara, sus cuitas, dudas y singularidades de los diferentes estilos, a los que Crespo respondía cantándoles.

Una prueba de ello, son los 10 años consecutivos en los que estuvo de jurado en el prestigioso Concurso de Saetas “Carmen Torres” de Osuna.

Dotado de una memoria prodigiosa, Manuel Crespo, fue algo así como una enciclopedia del cante; donde quedarían sellados los aconteceres flamencos más importantes de su pueblo, siendo el mismo principal protagonista de ellos.

Abordaba con calidad y sobrada sabiduría los cantes más fundamentales del espectro flamenco, soleares, seguiriyas, tonás, saetas, sin menguar los otros cantes, cantes de Cádiz, malagueñas, fandangos, cantes de levante, a los que ilustraba su propia personalidad cantaora.

Con su muerte, el 7 de abril de 2003, desapareció un hombre bueno, cabal y sabio, un erudito del flamenco, que nos regaló el conocimiento de un arte que él supo entender y ejecutar como pocos.

Fuentes utilizadas: RAICES FLAMENCAS DE MAIRENA DEL ALCOR – Antonio Rincón Muñiz