Tal denominación recoge la concepción de Antonio del Arte Flamenco en su conjunto, como un todo armónico, como existe en las más recónditas “entrañas de lo jondo” y que sólo se divide en sus distintas manifestaciones de cante, música y danza en función de las cualidades y el genio del interprete.
Pues esto y no otra cosa es el artista flamenco, un interprete de ese fuego interior, de ese “duende”. Un medio de transmitir aquello que el genio suyo, interior, le hace sentir y necesita hacer aflorar y comunicar a los demás. Antonio Mairena pretendía promover los distintos artes sin privilegiar al cante, promocionar y cultivar el flamenco como un todo integrado, un arte esencial y único.
Actualmente la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena esta ubicada el la Plaza de Antonio Mairena, 7. El edificio es de propiedad municipal y el uso del local se encuentra actualmente cedido. Dispone de una parte baja de un bar y en la parte alta un local para actuaciones.